jueves, 13 de junio de 2013

Algo mas que uno

Creo que no podría haber pedido nada mejor. Finalmente éramos uno, como lo habíamos planeado, imaginado, anhelado en nuestras cabezas tanto tiempo.
Éramos dos espíritus fundidos en un mismo abrazo. Brotaba el deseo de los poros, las pieles tan juntas el amor (porque de seguro eso es lo que era) que vagaba por el aire. Tu mirada posada en la mía me decía que esto que teníamos valía mas que las miles de palabras que ya nos habíamos dicho y que sabíamos de memoria. Una explosión y las lágrimas no se hicieron esperar. Te quería si, como te quise en aquel momento.

Impaciencia. ¿Podía haber quedado algo de todo lo que habíamos planeado meticulosamente al azar? ¿Era posible? No lo sabia, y de ahí mi ansiedad. Porque hacia falta tiempo para comprobar si habíamos sido presa del destino que nos había permitido hacernos uno, para dejar de ser dos. Maldito el tiempo que va a contramano de lo que queremos, que cuando queremos que vuele solo deambula. La espera que nos carcome los pensamientos, y por momentos tapa lo hermoso que habíamos tenido.
Pero toda impaciencia, toda espera desesperada es infinitamente corta cuando la vemos en retrospectiva.
Llega el intento de tranquilidad... y todo vuelve a sus cauces, el eterno circulo de mi ser vuelve a su normalidad, dejando entrever que toda impaciencia fue en vano. Te miro y puedo ver que sonreís, con una mezcla de alivio y complicidad. 'que bueno mi amor, todo salio como habíamos planeado'.

Algo dentro de mí se rompe. Se quiebra, fluye la normalidad que habíamos esperado los dos. Y con ella florece el amor del principio, no sin darme cuenta, sin pena que por un instante, un ínfimo y valioso instante creí posible que ganara el azar. Me di cuenta, con asombro que en aquel momento abrace aquella posible victoria. El destino de ser mas que uno los dos

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